‘Una comedia inscrita en
el realismo mágico… El amor de las luciérnagas es también una obra sobre el
primer amor y las amistades incondicionales’. Alejandro
Ricaño
El
amor de las luciérnagas es una obra en la que se habla sobre la búsqueda de una
escritora, María quien decide luego de una decepción amorosa irse al sitio del
mundo que a ella le parecía el final de la tierra: Noruega; donde al comprar
una máquina de escribir –pues escribe cuentos para niños–, hace un cuento en la
que le da vida a un personaje: ella misma, a la cual a su vez le pide que se
haga cargo de su vida, luego sufre un desmayo al ver a ese personaje (ella) en
un funicular para descubrir al regresar a México que éste personaje ha comenzado
a usurparla.
María
es interpretada por tres actrices (Sonia Franco, Ana Zavala, Sofía Sylwin)
quienes personifican a variaciones de ella misma (su hermana y su maestra) y
que la acompañan durante toda la obra por este viaje de iniciación y búsqueda
hacia Guatemala, viaje en el que se embarcará con su mejor amiga, Lola (Sara
Pinet) y donde se enfrentará a ella misma y también, se encontrará a las
luciérnagas.
En
Sorgo Rojo, Mo Yan, logra en gran parte de su novela terminar cada una de las
páginas de su novela haciendo referencia al sorgo rojo que rodea a los
personajes con los que trata dentro de su trama, solo que la salida de Yan es
magistral y hace gala una y otra vez de recursos lingüísticos y poéticos para
complementar su historia. En el amor de las luciérnagas este recurso de llamar
a una misma imagen para integrar un símbolo que haga resaltar cierta unidad en
el texto, es presentado a lado de lugares comunes: amor, viaje, búsqueda,
amistad, pasado y pueden, a pesar de los brillantes momentos de comicidad que
los personajes tienen, resultar previsibles para el espectador que una y otra
vez verá la misma palabra –en este caso la palabra clave es luciérnagas– como
metáfora y como fin. La riqueza actoral, por otro lado y la personalidad y
fuerza de cada uno de los personajes aminoran este efecto que ciertas ocasiones
hace parecer la obra un poco acartonada, como si fuera parte de una formula
bien estudiada por su autor.
Por
su puesto Alejandro Ricaño el director y escritor de esta obra, no es un
improvisado, es una de las promesas jóvenes del teatro nacional (Veracruz 1983),
el cual ya ha ganado el premio nacional Emilio Carballido (contando con apenas
25 años) por la obra más pequeños que el Guggenheim y además el premio nacional
de Dramaturgia, Victor Hugo Rascón Banda, por la obra Fractales.
El
amor de las luciérnagas (premio nacional de dramaturgia Mexicalli 2011) por
otro lado es una obra sobre los lugares distantes a los que debemos ir para
encontrar a través de distintas voces una sola voz, la nuestra que muchas veces
se pierde en el mismo momento en el que comenzamos a buscarla. Es decir, para
encontrarnos es necesario des-encontranos para hallar cuál es ese elemento
perdido, que una vez nos hizo buscarnos.
El
amor de las luciérnagas se presentará hasta el próximo 28 de Junio en el teatro
Julio Prieto, Av. Xola 800 esquina Nicólas San Juan. Funciones jueves y viernes
a las 20 horas, sábados 19 y 21 horas, domingo 18 horas.
Rober
Díaz 2015